Las recientes investigaciones han arrojado luz sobre el sistema nervioso entérico (ENS), comúnmente referido como el “segundo cerebro”, y su papel crucial en la digestión, inmunidad y comunicación con el cerebro. Estos descubrimientos desafían las creencias científicas de larga data y abren nuevas vías para posibles tratamientos en enfermedades gastrointestinales y el proceso de envejecimiento.
El Papel Central del Sistema Nervioso Entérico
El ENS, una vasta red de millones de neuronas y células gliales, no solo genera los mismos neurotransmisores que el cerebro, sino que también precede a la evolución del sistema nervioso central. Aunque a menudo se le llama el segundo cerebro, las funciones del ENS son vitales y van más allá de la digestión. Regula la inmunidad, las secreciones intestinales y permite una comunicación bidireccional compleja entre el intestino y el cerebro. Esta interconexión es la razón por la que un intestino sano coexiste con un cerebro sano y por qué los problemas digestivos pueden llevar a cambios en el estado de ánimo y comportamiento. Fuente
Desafiando las Creencias Establecidas
Desde mediados del siglo XX, los científicos han creído que el ENS se deriva de la cresta neural antes del nacimiento y permanece sin cambios después. Sin embargo, investigadores del Beth Israel Deaconess Medical Center (BIDMC) han presentado un nuevo paradigma que describe una vía de desarrollo por la cual el desarrollo del ENS continúa después del nacimiento en ratones y muestras de tejido humano. Este descubrimiento revoluciona décadas de dogma científico en la biología fundamental de la neurociencia y del ENS, mostrando evidencia por primera vez de un origen no ectodérmico y mesodérmico para un gran número de neuronas entéricas nacidas después del nacimiento. Fuente
Implicaciones para la Salud y el Envejecimiento
Estos hallazgos tienen implicaciones significativas para nuestra comprensión de la salud y la enfermedad en nuestra población que envejece rápidamente. La proporción creciente de neuronas de linaje mesodérmico es una consecuencia natural de la maduración y el envejecimiento. Además, este linaje puede tener vulnerabilidades distintas a la enfermedad. Las investigaciones futuras en este campo pueden abrir nuevas oportunidades para comprender la biología básica, traslacional y clínica de las neuronas y ofrecer tratamientos potenciales para una amplia gama de enfermedades gastrointestinales. Fuente
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